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Quienes somos

La Asociación Caballeros y Damas del Fondillón tiene por objeto proyectar el enorme acervo cultural, histórico y patrimonial del Fondillón, vino de Alicante y promocionar la historia de la Huerta de Alicante. 

Queremos hacer participe a la sociedad civil Alicantina como a todas personas relacionadas con el mundo del vino Fondillón a conocer la gran historia que rodea a nuestro afamado vino.

El Fondillón un producto único en el mundo, reconocido por la Unión Europea en su base de datos E-bachus y con una especial protección dentro de la Denominación de Origen Alicante.

La historia del Fondillón está plagada de grandes anécdotas: convertido en «vino con Denominación Real» fue saboreado por reyes y cardenales haciéndose famoso durante el Renacimiento; toneles de este vino llenaron la bodega del buque en que Magallanes y El Cano dieron la primera vuelta al mundo y fue el último reconstituyente que los médicos recomendaron al Rey Luis XIV de Francia, que tomaba bizcochos mojados en este vino. Francisco Martínez Montiño, cocinero mayor de Felipe II, cuenta que los príncipes japoneses que visitaron al monarca, reconocieron el Fondillón que habían llevado los navegantes españoles a Oriente. Escritores como Alejandro Dumas, William Shakespeare, Fiódor Dostoyevski recogieron este afamado vino en sus escritos…

L´Horta d’Alacant, dotada desde época árabe de un eficaz sistema de riego a través de una compleja red de azudes y acequias, tuvo su momento álgido con motivo del Embalse de Tibi,(1580) primer ‘pantano construido en Europa. La Huerta resultó muy atractiva para los corsarios berberiscos, que en repetidas ocasiones acudieron en busca de botín y cautivos que posteriormente venderían como esclavos. Para hacer frente a estos ataques se desarrolló un sistema defensivo, único en el Mediterráneo, consistente en una densa red de torres (entre ellas Torre Juana) que mantenían contacto visual entre ellas y servían para dar aviso y refugio a la población rural en caso de ataque. Tras la batalla de Lepanto y la desaparición del peligro turco, las torres fueron perdiendo su valor defensivo y se acabaron convirtiendo en un símbolo de linaje, estatus y poder que se mantuvo hasta bien entrado el siglo xx.

Isidro Fernández

Presidente Caballeros y Damas de Fondillón